Venezuela, entre protestas y pérdidas económicas

Foto: Girish Gupta

Las protestas que iniciaron el 4 de febrero de 2014 en el estado Táchira y se extendieron desde el 12 de febrero al resto de Venezuela, a la fecha han dejado un saldo que supera los 40 muertos y cientos de heridos, así como 235 privados de libertad, 24 de ellos menores de edad, según datos de la ONG Foro Penal.  Las protestas iniciadas en el estado Táchira cuando los estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA) salieron a las calles a rechazar la inseguridad en su recinto universitario llevaron a la creación del movimiento llamado: La Salida, liderado por el opositor Leopoldo López, quien parece no haber previsto el paso siguiente luego de la gente expresara su descontento, originando una serie de pérdidas materiales que merman la ya desgastada economía nacional.  Con una rapidez inesperada, el mismo 12 de febrero el Ministerio Público solicitó que se detuviera al dirigente López, solicitud que fue aprobada rápidamente por un tribunal de control de Caracas. En principio se le procesaría por: asociación para delinquir, instigación a delinquir, intimidación pública, incendio a edificio público, daños a la propiedad pública, lesiones graves, homicidio y terrorismo. Días después, varios de estos cargos fueron retirados, a la fecha, su juicio ha sido pospuesto. Pérdidas  materiales

Foto: Girish Gupta

En el caso de la ciudad Maracaibo, en los últimos tres meses se reportó un incendio a la sede del partido político Voluntad Popular el pasado 28 de marzo, así como la quema generalizada de semáforos, vallas, cajas luminosas y autobuses. Según la presidenta del Instituto Municipal de Transporte Colectivo y Urbano de Pasajeros del Municipio Maracaibo (Imtcuma), Jamelis Ríos, desde el mes de febrero hasta el mes de abril, la inversión de la Alcaldía de Maracaibo en la reparación de semáforos por los daños causados en las manifestaciones asciende a los 2 millones de bolívares. En otros sitios del país, como Puerto Ordaz, en marzo se registró la quema de un autobús y un vehículo por manifestantes encapuchados. Tras el hecho, fueron detenidos siete jóvenes. El mismo mes, una sede del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) ubicada  en el municipio Chacao, estado Miranda, habría sido atacada por presuntos encapuchados. Fue designada la fiscalía 62º del Área Metropolitana de Caracas para la investigación de los hechos.  Posteriormente, en el mismo municipio, el 1 de abril se produjo un incendio de Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat, hecho por el cual la fiscal de la Sala de Flagrancia del Área Metropolitana de Caracas imputó a Jean Carlos Montosi (21), por presuntamente incurrir en los delitos de instigación pública, obstaculización de vías de circulación, incendio intencional en grado de cooperador y detentación de sustancias incendiarias. Montosi, permanecerá detenido en el Internado Judicial de Yare III. ¿Por qué vandalizar? La psicóloga Paola Sánchez, especialista en Clínica y Tratamiento Psicoanalítico, egresada del Centro de Investigación y Docencia de La Nueva Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, argumenta que, tal como exponía Freud, los humanos tienen instintos innatos de vida (autoconservación) y muerte (destrucción), estos instintos han sido frenados con el avance de la civilización. Las recientes protestas obedecen a instintos netamente viscerales y pasionales. Sánchez, también expresa que en los grupos vandálicos hay un líder que da instrucciones, y quien siente su deseo de destrucción satisfecho, a su vez, a este líder le acompaña gente con intereses comunes. “Generalmente en esos grupos que vandalizan siempre hay un líder que es a quien le gusta destruir, él es quien siente placer de destrucción, destruir por destruir […] los acompaña gente que simpatice con intereses comunes; utilizando el descontento que hay en el país”. Sánchez detalla que la intención es crear más caos para llamar el orden; para que el alguien tome el control. La otra perspectiva

Foto: Girish Gupta

Los bienes quemados, como vallas publicitarias o cajas luminosas, producidos en el país, según agencias de publicidad consultadas, son cobrados a las entidades gubernamentales con un mínimo de 70% más de su costo real, ¿Por qué? Porque los trabajos realizados a este tipo de instituciones son pagados tardíamente y deben ser cobrados a un precio que recompense la devaluación de la moneda y la inflación, que para abril de 2014 ya superaba el 60%.  Hasta el año 2013, según fuentes consultadas, el costo real de producción de una valla de 6mts. x 9mts., rondaba la cantidad Bs. 270 el m2, a esto debe sumársele el costo instalación y/o cambio por Bs. 3.860 c/u y el costo de alquiler mensual de Bs.: 12.300.  Otros de los bienes más afectados pertenecen al transporte público, según un reciente convenio entre Venezuela y Argentina en el año 2013, los autobuses hasta esa fecha tenían un precio de 900 mil bolívares c/u.  Respuestas Las protestas tuvieron como resultado una mesa de diálogo entre gobierno y oposición, este dialogo, con sentimientos encontrados entre los opositores y seguidores del gobierno del presidente Nicolás Maduro, hasta el momento, no ha logrado los resultados esperados por algunos. Los actos vandálicos han sido castigados, al igual que las protestas pacíficas, en ambos, se denota un uso excesivo de las armas por parte de instituciones como GNB y PNB en la mayoría del país.  De acuerdo al Centro de Derechos Humanos de la Ucab, en un informe emitido en marzo de 2014, expresa que “Los niveles de sufrimiento físico y mental a que fue sometido este grupo de detenidos constituyen, en algunos casos, tratos crueles, inhumanos y degradantes, y en otros se ajustan a la definición de tortura”, de igual manera puntualiza: “Estos testimonios reflejan, especialmente, la existencia de patrones de represión y control del orden público contrarios al uso proporcional de la fuerza, a las garantías mínimas de toda persona sometida a cualquier forma de detención y a los estándares básicos de prevención de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. Los estudiantes siguen en las calles de Venezuela, no con la misma intensidad del principio, pero sí organizándose para seguir con acciones como marchas pacíficas, entrega de volantes, pancartas y acciones que permitan a la población expresar su descontento e instar al gobierno a hacer un cambio en sus políticas. 

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